Ambas selecciones se enfrentan por tercera vez consecutiva en las semifinales de unos Juegos Olímpicos, con un balance de una victoria para cada equipo. En Atenas se impuso la albiceleste, mientras que en Pekín fue el Dream Team el que se llevó el triunfo.

Si ha habido un rival incómodo para Estados Unidos esta última década ese ha sido Argentina. La albiceleste fue la primera selección que derrotó a los norteamericanos en el Mundial de Indianápolis en 2002, desde que empezaron a jugar en la selección, en los Juegos de Barcelona 92, las estrellas de la NBA. No contentos con eso, los argentinos volvieron a imponerse a los estadounidenses en las semifinales de los Juegos Olímpicos de Atenas, lo que a la postre les valió para llevarse el oro. En Pekín, la historia sucedió al revés y fueron los norteamericanos los que vencieron por 101-81.

El último enfrentamiento entre ambos ha llegado hace menos de cinco días, en esa ocasión el Dream Team se llevó con contundencia el partido por 126-97. Los argentinos, con la baja de Priogini, reservaron todo el último cuarto a Scola, que ya había tenido varios encontronazos con las estrellas estadounidenses y se dejaron llevar, aunque durante la primera mitad fueron capaces de plantarles cara a los norteamericanos.

Después de un duro cruce frente a Brasil, en el que se acabaron imponiendo por 82-77, los sudamericanos llegan, por tercera vez consecutiva, a las semifinales olímpicas. El quinteto argentino, aunque muy veterano, no tiene nada que envidiar al de los Estados Unidos. El problema viene cuando salen los hombres de banquillo, ya que el nivel de los albicelestes baja considerablemente. Si Argentina tiene alguna posibilidad de llevarse la victoria pasa por dominar el rebote y estar acertada en el tiro exterior. Scola está siendo el referente ofensivo y si consigue que Delfino o Ginóbili anoten desde fuera, tendrá más opciones para jugar el uno contra uno frente a los pívots norteamericanos, a los que puede poner en muchos aprietos.

Por su parte, el Dream Team está teniendo un gran acierto desde la línea de tres puntos y frente a Australia, en el partido de cuartos, volvió a ratificar sus números, anotando 119 puntos. Durant y Anthony son dos auténticas metralletas, bien secundadas por Lebron y con un gran Paul a los mandos de la nave. El que hasta ahora no ha estado muy fino es Kobe Bryant, pero en el último partido demostró que le hace falta muy poco para entrar en calor y anotar dos triples en diez segundos.

Sabedores de que está muy difícil, pero que nada es imposible, saldrán al campo los Ginóbili y compañía, recordando que si una vez fueron capaces de eliminar a los Estados Unidos en unas semifinales de los Juegos porque no podrán volver a hacerlo, aunque saben que para ello tendrán que hacer un partido perfecto.

 

Por Víctor Escandón Prada
Entrenador superior baloncesto y periodista
Analista JJOO para JGBasket

 

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