Cuando a lo largo de una temporada, un mismo enfrentamiento entre dos equipos se puede llegar a repetir hasta en más de una decena de ocasiones, cada choque pierde atractivo, a menos haya algún título en juego o se trata de un cruce de playoff. Por lo tanto, el partido entre el Real Madrid y el Barça de la liga regular en la ACB, sólo tenía el morbo de ver a los dos equipos más laureados de España.
Ni el liderato de la competición estaba en juego, ya que, por primera vez en once años, ninguno de los dos equipos ocupa ni el primer ni el segundo lugar de la clasificación. Es cierto que el pique siempre existe entre ambos clubes y que las sensaciones con las que ambos llegan a estos duelos suelen quedarse en el vestuario. El partido no fue muy vistoso, pero sí muy igualado y todos sabemos que no hay nadie que se mueva mejor en el alambre que Llull. Otra vez Llull. Cogió el balón y anotó la canasta decisiva a falta de cinco décimas. Ya no sorprende, pero sigue siendo increíble.
Lo más emocionante del partido, además del resultado, fue el récord batido por Felipe Reyes. El gran capitán se ha convertido en el máximo reboteador de la historia de la ACB con 4.293 capturas. Como si de la NBA se tratase, en cuanto se paró el juego tras batir el récord, Felipe recibió un gran homenaje sobre la pista, toda su familia saltó al parqué y le dieron una camiseta conmemorativa de tal efeméride. Quedaban algo más de cuatro minutos y el pabellón era una fiesta, vitoreando a uno de los mejores jugadores españoles de la historia. Lo bueno es que viéndole jugar, parece que todavía le queda cuerda para rato y, sobre todo, ganas de seguir demostrándolo.
Bien es cierto que sin saber lo que les deparará el futuro, tanto Laso como Bartzokas, no mostraron sus cartas y jugaron lo más previsible posible para no desvelar sus trucos para un posible, aunque complicado –el Barça tendría que ganar casi todos sus partidos y esperar a los pinchazos de sus contrincantes– , cruce en los cuartos de la Euroliga o un enfrentamiento en los playoff de la ACB.
Pero si realmente ha habido un duelo, este fin de semana, que ha decepcionado, ha sido el que ha medido a los dos mejores equipos de la NBA. En San Antonio, los Spurs han ganado sobradamente a los Warriors en un partido marcado por las bajas en el que no jugaron Kawhi Leonard, Tony Parker y LaMarcus Aldridge por los locales y, por parte visitante, se quedaron sin vestir los cuatro integrantes junto a Durant –lesionado– del quinteto titular, Stephen Curry, Klay Thompson, Draymond Green y Andre Iguodala. Mucho se criticaba a Popovich por dar descanso a sus estrellas en días señalados, pero lo de este choque rozó lo grotesco. Por lo menos, de aquí al final de temporada, quedará el aliciente de saber quién será el campeón de la temporada regular.
Por Víctor Escandón Prada
Entrenador superior de baloncesto. Periodista
Gabinete técnico JGBasket
Foto: ACB Photo