Cuando damos el paso para ser entrenadores, uno de los primeros consejos que nos dan los más veteranos es que llevemos los entrenamientos preparados y escritos en una hoja, por si se nos olvida algo poder echarle un vistazo y no empezar a improvisar, dotando a la sesión de ejercicios sin sentido. Es importante siempre tener estructurado el entrenamiento, a pesar de que nos creamos con la suficiente experiencia como para ir improvisando ejercicios sobre la marcha.

El motivo principal, además de saber lo que hemos ido trabajando en cada sesión, es poder tener un soporte al que recurrir, ya que, a lo mejor, recordamos lo que hicimos en los dos últimos entrenamientos, pero no hace un par de semanas. Muchos entrenadores ya usan el ordenador o la tablet y los van almacenando en carpetas, los más clásicos tiran de bolígrafo y libreta para archivar toda la temporada. Cualquier método es bueno siempre que se haga. Es importante que los entrenadores establezcan un hábito.

Todo lo anterior está muy bien, pero si a la hora de realizar el entrenamiento no le damos sentido y criterio no vale para nada llevarlo preparado. Lógicamente no podemos preparar una sesión de entrenamiento aleatoriamente sin que haya un contexto y una planificación previa de la temporada. No tiene sentido que cada día se hagan una serie de ejercicios inconexos sin que sigan una evolución o tengan un objetivo final mayor.

Por eso, intentaremos dar los pasos básicos para una sesión de entrenamiento, haciéndolo como un elemento independiente y sin tener en cuenta la planificación que habría que desarrollar. Lo primero es conocer el nivel del equipo, no sólo a nivel técnico-táctico sino también físico. No tiene sentido realizar ejercicios a pista completa para que a los diez minutos, los jugadores ya no presten atención porque están cansados y el entrenamiento no sea fructífero. Por tanto, las sesiones tienen que adaptarse tanto al nivel como a la edad de los jugadores.

En cualquier sesión de entrenamiento también es importante que se cumplan al máximo las reglas del baloncesto, sobre todo, si los jugadores están empezando. No les podemos confundir con ejercicios en los que se puedan cometer pasos u otras violaciones, hay que tratar de hacer ejercicios en los que se respeten las reglas del baloncesto porque, además de ser más realistas, les ayudan a conocerlas y ponerlas en práctica.

En muchos ejercicios suelen estar implicados muchos situaciones y más de un fundamento, tenemos que concretar y exponerles a los jugadores que todos son importantes y tienen que tratar de seguir las pautas que han aprendido, pero que, en este caso, nos vamos a centrar, por ejemplo en el pase, y es lo que en lo que más hincapié vamos a hacer, ya que si estamos corrigiéndoles continuamente otros aspectos, podemos confundirles y descentrarles.

Por último, los ejercicios han de ser sencillos de entender, con elementos que ya hayamos trabajado. La evolución de nuestros jugadores consistirá en un trabajo continuo y progresivo, que irá permitiendo darle una mayor dificultad a los ejercicios e ir introduciendo elementos novedosos.

 

Por Víctor Escandón Prada
Entrenador superior de baloncesto. Periodista
Gabinete técnico JGBasket

Publicada el: 11 May de 2017 @ 11:19

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