Værløse Club Danés de Baloncesto

Con la ilusión de hacer lo que más le gusta: entrenar al baloncesto. Daniel Corona Martínez decidió hacer las maletas e irse a Dinamarca. Su actual club, el Værløse buscaba un entrenador extranjero con ideas frescas y novedosas con las que impulsar el baloncesto.

A sus 23 años, era la oportunidad que esperaba y no dudo en aceptar el reto, será el ayudante del primer equipo masculino y el encargado de dirigir a los U10 (benjamines). También será el director técnico de un proyecto de colaboración con la Federación Danesa de Baloncesto que llevará el título de “Afterschool basketball program”.

Metódico en la planificación de sus temporadas, le gusta empezar “de forma global para luego ir centrándome en lo específico”. Con el mismo propósito, intenta buscar “una idea general para todo el año y, poco a poco, ir subdividiéndola (trimestres, meses, semanas) hasta llegar a la sesión, la cual planifico semanalmente, porque creo que también es importante contar con el feedback que obtienes en la pista por parte de los jugadores”.

Con una gran experiencia en la cantera de Fuenlabrada, pensó que el nivel con el que se encontraría allí podría ser similar, pero en el equipo U10, “la primera semana tuvimos que bajar el pistón”. La razón, muy sencilla, ya que “ni a nivel de ritmo, ni de metodología, ni de coordinación nuestros jugadores estaban preparados para aguantar esa exigencia”. Ha tenido que cambiar su planificación, centrándose mucho en la “coordinación y la técnica individual”, intentando imprimir un al mismo tiempo un “ritmo español”.

El nivel de los entrenadores daneses es “bueno”, aunque son algo “menos metódicos a la hora de llevar las ideas a la práctica”. Esa no es la única diferencia con respecto a España. Como reconoce Corona, “parece que estuviésemos en otro continente baloncestísticamente hablando”. En la Primera División ningún equipo destaca por su alto ritmo, realizan situaciones con muchos bloqueos directos e indirectos, jugadas típicas y defensas en zona… “No veo especial innovación, en ese sentido, la ACB les lleva muchos años de ventaja”. Es extraño ver fintas de bloqueo, flopping o, incluso, a algún equipo cambiar a defensa en zona cuando el balón entra, por ejemplo, al poste medio. A pesar de no tener un ritmo muy alto de juego, “la puntuación no es nada baja, ya que toman muchas ideas del baloncesto americano no tienen ningún problema en lanzar de tres, lo que hace que sea atractivo y vistoso”.

Su actual club es el que más nivel de cantera tiene en Dinamarca. La metodología de trabajo está “muy bien marcada y es sencilla de seguir”, puesto que hay mucha gente alternando labores de dirección técnica en los diferentes equipos. En total habrá casi 20 personas -sin contar a los entrenadores ni a la Junta Directiva- tomando decisiones y haciendo que dentro de la pista todo vaya por el camino correcto. Están intentando acercar las ideas que han ido triunfando durante los últimos años, como ellos dicen, “en el «Sur» de Europa a un baloncesto en alza como el danés”. Especialmente buscan aproximar dos aspectos, “nuestra idea del ritmo de juego y la exigencia que imponemos a los jugadores”. Dos conceptos poco vistos antes en Dinamarca.

Aunque trabajan tanto la técnica individual como el juego colectivo, “no están tan centrados en el trabajo individual como estoy acostumbrado a ver en mi anterior club”. En Dinamarca se encuentran verdaderos talentos, y muchos chicos altos, pero tienen “un muy mal posicionamiento en la pista, un mal balance y una coordinación bastante mejorable, lo que hace que en situaciones en las que podrían sacar una gran ventaja queden en nada”. Se sorprenden y muestran mucho interés cuando les cuenta que en los clubes de cantera de alto nivel, “los jugadores hacen trabajos específicos en los que un entrenador coge a dos jugadores y trabaja con ellos durante 90 minutos”. Sobre esa idea está trabajando este entrenador madrileño con los bases del U18.

Los entrenadores daneses destacan por su buena organización en la progresión del 1c1 al 5c5. En ese sentido, se están “asentando unas muy buenas bases para que Dinamarca se el nuevo mercado emergente del baloncesto a medio plazo”. En ese sentido, es difícil encontrar carencias graves en los jugadores del primer equipo, “tienen una alta capacidad atlética, son coordinados y capaces de jugar a un buen nivel”. Algo curioso es que “en todas las posiciones la altura es menor que en España”, pero también lo es el nivel de la liga. Lo que sí se puede apreciar en ellos es cierta carencia “en los cambios de ritmo, en el correcto posicionamiento en los bloqueos o en la lectura del timing para generar ventajas en ataque”. También tienen una cierta pasividad defensiva en situaciones de 1c1, “flotan demasiado en ciertas posiciones para lo que estamos acostumbrados a ver en España”. Si nos centramos en la cantera, “se aprecia, en general, cierta falta de lectura en situaciones reales de juego, tácticamente son jugadores inteligentes, pero si el ritmo aumenta les cuesta tomar decisiones”.

Si algo destaca Daniel Corona desde que llegó a Dinamarca es “el nivel de las instalaciones”. Además de ser pabellones enormes y muy completos en cuanto a material, “los entrenadores tenemos acceso individualizado con una llave electrónica, por lo que podemos abrir y cerrar a diferentes horas del día, lo que abre la posibilidad de entrenar en cualquier momento”. Eso hace que algún día haya gente entrenando a las seis de la mañana antes de ir al colegio porque es el único rato que tienen libre algunos jugadores.

El baloncesto actualmente ocupa el tercer lugar en Dinamarca, justo detrás del balonmano y del fútbol. En general, cuesta atraer a nuevos espectadores a los partidos, aunque si existe una afición fiel que acompaña a su club a muchos pabellones. En general, “meter a 1.000 personas en un pabellón aquí para ver un partido es casi un milagro”. Tal es así que el Værløse tratará de batir (el jueves 17 de octubre) el récord de asistencia a un partido contra el Hørsholm –un derbi allí–. Su intención es llenar el Farum Arena, con capacidad para 1.500 personas. A pesar del bajo número de espectadores, “hay aficiones muy animosas y da gusto ver el ambientazo que hay en ese tipo de pabellones”.

La liga danesa “intenta crecer tan rápido como puede”, el convenio con DK4, una televisión danesa está resultando importantísimo, ya que retransmiten en directo un partido cada jornada y, de vez en cuando, pasan resúmenes de la primera liga masculina. También se trabaja mucho el marketing, pero un detalle muy curioso, que no ocurre en España es que “los entrenadores de la Primera División tenemos una tarjeta dorada que nos permite entrar con un acompañante a todos los partidos de la liga, no importa la fecha, la competición o el aforo”.

Su club está muy interesado en dar un impulso definitivo para poder conseguir en Dinamarca un baloncesto competitivo de alto nivel en todas las categorías, siempre “respetando los valores que hacen de la sociedad danesa una de las mejor organizadas del planeta”. En definitiva, el baloncesto danés es muy distinto e interesante al mismo tiempo. Por eso, “animo a todos a echar un vistazo a algún partido o a seguirlo desde la web canaldigitalligaen.dk”.

Artículo realizado por Víctor Escandón Prada a partir de entrevista realizada a Daniel Corona Martínez en Octubre 2013

 

Víctor Escandón Prada
Entrenador superior de baloncesto y periodista deportivo
Gabinete técnico JGBasket

 

Fotos: Archivo fotográfico Daniel Corona Martínez. Facebook

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