LA LABOR DEL DIRECTOR TÉCNICO/COORDINADOR EN UN COLEGIO
Lo primero es lo primero y alguien que quiere dirigir personas debe tener vocación de servicio. Pretender que trabajen para ti sin trabajar tú para ellos es el principio del fracaso.

Debes ser consistente y coherente. Así ganarás credibilidad en tu trabajo. Para ello deberás hacer lo que dices y decir siempre la verdad.

Un objetivo a conseguir es lograr para el club tensión deportiva y de trabajo constante a lo largo del año. Hay que conseguir una tendencia deseable. Una vez entrado el club en ella, hay que trabajar en conservarla. No se debe permitir que los distintos miembros del club (jugadores, entrenadores y coordinadores) no den el máximo. Cada día debe ser una experiencia de trabajo única.

Hay que cazar a la gente a tu cargo haciendo bien las cosas y premiarlo. Es importante tratar de darles una motivación adecuada y poner las bases para que la gente la logre por sí misma. Pero no puedes ser el único responsable de su motivación. Debes transmitir el mensaje de que cada persona es el máximo responsable de su motivación.

Deberás tratar de estar presente el mayor tiempo posible en los entrenamientos, partidos y demás actividades del club. Las cosas es mejor verlas que te las tengan que contar, pero siempre con el objetivo principal de estar informado y poder realizar una labor de apoyo y no por ejercer una labor fiscalizadora y de control como movilizador fundamental.

Formar a tu gente es invertir en futuro. Independientemente de su calidad, cada día debes tratar de que sean mejores, porque al final serán buenos. Reuniones, charlas, conferencias, darles material escrito y audiovisual, mandarles correos informativos y formativos…Tu labor formativa debe ser amplia y única.

Debes ser exigente, pero para ello antes deberás ser exigente contigo mismo. A las personas nos gusta que nos exijan, pero muchas veces no lo sabemos. Hacer las cosas bien es mejor que hacerlas mal. El trabajo y esfuerzo necesarios para hacerlas bien nos puede parecer duro y nos puede costar llevarlo a cabo, pero cuando lo hacemos, nuestra satisfacción es mayor que cuando nos limitamos a cumplir y caemos en la rutina.

Hay que marcar líneas infranqueables, cosas no negociables, que deberán convivir con aspectos que permitan el desarrollo de la iniciativa de los entrenadores que están a tu cargo y que enriquezcan el bagaje de los jugadores, no poniendo freno al crecimiento. Para ello es recomendable marcar unos “objetivos de club” y unas pautas y protocolos de actuación a trabajar y respetar por todos, a la vez que se pide a cada entrenador que elabore su propia planificación compatible con las premisas dadas por el club y se practica con ellos una escucha empática que permite encontrar nuevos puntos de confluencia de ideas.

Debes diseñar las subidas de jugadores a equipos superiores en contacto con los entrenadores implicados.

Debes ponerte el mono de trabajo y desarrollar coordinaciones juntando equipos y entrenamientos específicos en los que no solo los jugadores, sino sobre todos los entrenadores, vean detalles a los que das importancia.

Reclutamiento. Es una labor muy sensible de nuestro trabajo como directores técnicos. Cuando te reúnes con candidatos a trabajar en tu club debes dejar claro cómo es el club y qué exiges. Debes también tratar de que el candidato te deje claro cómo es, qué pide y que está dispuesto a dar. Hay que dejar las cosas claras en muchos aspectos que ya no deben suponer un problema de cara al futuro, pues se dejaron definidos al principio. Para ello tu palabra debes ser un contrato de compromiso y debes exigir a la otra parte lo mismo. Si acertamos a la hora de reclutar, mucho del trabajo ya estará hecho.

Hay que escuchar, pero sabiendo escuchar. Algunas veces debe quedar patente la escucha. Otras hay que ser discreto pero efectivo en la escucha. Hay personas que deben ser referencia y otras que no puedes permitir que te roben el tiempo y la energía. Siendo educado siempre, debes tratar a cada uno en función de tu interpretación de las distintas situaciones. Todo el mundo tiene opinión; lo mejor es tener argumento.

Una de las labores más ingratas de un director técnico es enfrentarse a la indisciplina de club. Todo el mundo no puede ser como tú o como a ti te gustaría que fueran, pero si deben tener un grado de adaptación al club que no es negociable. Por ello resulta fundamental la labor de reclutamiento de la que ya hemos hablado. Si cuando se ficha a un entrenador se ponen las reglas de juego y son aceptadas por todos, resulta un problema muy grave luego no respetarlas. Ahí debe aparecer tu habilidad como gestor de conflictos. Si la indisciplina no se soluciona se deberá analizar si es posible acabar el año y seguir cada uno su camino o tomar una decisión más drástica antes. Esto solo lo recomiendo en casos extremos. En cualquier caso, de esperar a que acabe el año, puede ser necesario ejercer una labor de aislamiento en determinados aspecto que evite contagios nocivos para el resto del club.

Debes prestar apoyo emocional a tu gente en los momentos malos, en las derrotas, en los fracasos. Debes ser fuerte en estos momentos y mostrarte así. Debes ser el mayor responsable de “elevar la moral de la tropa”. Hay que ser consciente del influjo que tus actos y palabras tienen en los que te rodean y ser consecuente con ello.

Hay que tener cuidado de no apropiarse del trabajo de la gente a tu cargo. Debes apoyar ese trabajo y ser guía para él. Los éxitos deberán ser premiados. Tu tendrás una cuota, grande o pequeña, en el mismo, pero no debes reclamarla ni pasearla. Los éxitos se disfrutan en la sombra, muchas veces en soledad, dejando que otros salgan a escena.

Cuando subes por la montaña el aire te da más de lleno y hay menos arbolado en el que cobijarte…Debes acostumbrarte a la soledad del líder. Debes aceptar las dificultades del papel que te ha tocado jugar y saber estar ante la multitud de situaciones conflictivas y problemáticas a las que te vas a tener que enfrentar sin perder la estética. Deberás tener tus valores bien arraigados y, como debes exigir a tus entrenadores, hacer aquello que crees y creer en lo que haces.

Por Juan José Hernández
Entrenador Superior Baloncesto
Ha sido director técnico – coordinador Colegio San Agustín de Madrid durante 15 años
Director técnico – coordinador. Agrupación Baloncesto Villaviciosa Odón

Publicada el: 17 abril 2012
Revisada el: 23 May 2015

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