Hablábamos en un artículo anterior de la importancia que tienen que volver a adquirir las fintas en el juego ofensivo, sobre todo las de salida, ya que ahora con los cambios de reglamento, adquieren un sentido mayor a la hora de explicarlas y también aplicarlas. Por ese motivo, vamos a explicar algunos ejercicios en los que poder ponerlas en práctica.

Empezaremos por la más básica, la finta de tiro y lo haremos con defensor, obligando al atacante a tomar una decisión en función de la reacción del defensor. Podemos ir poniendo diferentes condicionantes, en primer lugar dejaremos al atacante un máximo de un bote. Colocaremos dos filas, una debajo de canasta con balón y otra por encima del tiro libre, sin balón. El jugador con balón pasará a su compañero y le irá a defender, éste comenzará con una finta de tiro y, a partir de la reacción del defensor, ejecutará una acción u otra. Si el defensor salta, salida directa o cruzada, un bote y finalización. En el caso de que el defensor no cayese en la finta, el atacante finalizará con el lanzamiento.

Partiendo desde la misma disposición, pero reduciendo la distancia entre las filas, colocamos al futuro atacante en el centro de la zona y, mediante fintas y pivotes, sin dejarle botar, buscar la mejor opción para lanzar a canasta, tratando de leer la mejor opción según la reacción de la defensa.

En los dos ejercicios anteriores, hemos comenzado con fintas de tiro, pero podemos iniciar el ejercicio con fintas de salida. El atacante, tras recibir, realizará una finta de salida y actuará en función de la reacción del defensor, bien con salida directa o bien con salida cruzada, para luego finalizar tras dar un máximo de dos botes. El siguiente paso sería que el atacante tuviese que realizar un trabajo previo con fintas de recepción para, a continuación, jugar un 1c1, en el que introduzcan también fintas de salida y de tiro. Para llevar a cabo este ejercicio, colocaremos una tercera fila, la del pasador.

Como comentábamos en el artículo anterior relacionado con las fintas, son muy útiles y resultan decisivas en situaciones de superioridad ofensiva, ahí el jugador tiene que entender que es lo que busca. En este caso, colocaremos tres filas, una debajo de canasta con balón y otras dos en la prolongación del tiro libre. El jugador con balón pasará a cualquiera de ellas e irá a defender, el receptor tendrá que realizar una finta de tiro o de pase y actuar en consecuencia con la decisión que tome el defensor. Si el defensor se traga la finta de pase, el jugador con balón puede lanzar a canasta, mientras que si realiza una finta de tiro y el defensor va a puntearle, debe pasar el balón a su compañero para que finalice. Podemos ponerles, como máximo, un pase entre ambos.

Las fintas no son solo exclusivas del ataque, también son muy importantes en defensa. En las situaciones de inferioridad, es bueno que el defensor trabaje con fintas para hacer dudar al ataque, obligando al jugador con bote a que pare de botar o tome una mala decisión. Para trabajarlo, podemos realizar una continuación del ejercicio anterior, ya que el jugador que finaliza el 2c1, defenderá la canasta contraria, mientras que los otros dos, atacarán. Como el objetivo de las fintas defensivas, además de hacer dudar al ataque, es retrasarlo, podríamos introducir una cuarta fila para que cuando los tres primeros jugadores superen el medio del campo, este jugador salga y se incorpore a la defensa.

 

Por Víctor Escandón Prada
Periodista deportivo y entrenador superior de baloncesto
Gabinete comunicación JGBasket

 Publicada el: 29 Oct de 2017 

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