Los negocios de toda la vida echan el cierre porque los alquileres de renta antigua ya son cosa del pasado. Los propietarios tiran de calculadora para que sus locales sean rentables y se adecúen a los nuevos tiempos. Una pena que comercios de toda la vida dejen huérfanas las calles para pasar a un paisaje más desolador con carteles de “Se alquila” o “Se vende”. No están mal los cambios si son para mejor y de eso, tendría que tomar nota la ACB a la hora de intentar vender su producto, sobre todo, la liga regular, ya que la Copa se vende sola.

Cuatro partidos en una semana, viajes incluidos, para los equipos de Euroliga es un esfuerzo al alcance de pocas plantillas. Por eso, puede resultar sencillo buscar justificación a la derrota en el cansancio. El Barça ha pasado en dos semanas de pelear por el liderato a encontrarse a tres victorias del Unicaja. Mini crisis azulgrana con dos derrotas consecutivas en la ACB y una en el Top 16 de la Euroliga. Las bajas están marcando el devenir de un equipo, que tiene que empezar a retomar el vuelo, con la Copa como objetivo a corto plazo.

No anda mucho más fino el Real Madrid en cuanto a juego, pero sí en resultados. Victoria sufrida en Andorra y Belgrado para espantar los fantasmas y volver a creer en sí mismos. La entrada y salida del equipo de Slaughter es un fenómeno inexplicable, ya que del ostracismo absoluto pasó a ser decisivo en Euroliga para luego volver a ser descartado en ACB. Su salida del club parecía más que evidente hace semanas, pero parece ser que ahora se ha estancado. De momento, Marcus sigue demostrando su profesionalidad.

El Unicaja se llevó el partido más largo de la jornada. Con una hora y media de retraso comenzó el choque por un apagón, los aficionados se lo tomaron con paciencia e intentaron aportar su granito de arena con las linternas de sus móviles. La falta de luz no nubló las ideas de los de Plaza que se consolidan al frente de la clasificación y alejan al Obradoiro del sueño de la Copa.

El que sigue buscando su sitio en el equipo es Mirotic. Su buen rendimiento en el año de rookie trae de cabeza a su entrenador, que quiere darle más minutos de juego, pero sin quitárselos a Noah o Pau. Por eso, como ya hiciera Laso en su día, ha decidido sacarle a la posición de tres. Nikola tiene claro que lo que quiere es jugar y le da igual donde, ya que talento le sobra. Ya lo dice Kobe Bryant: “los jugadores europeos son más habilidosos que los americanos y conocen mejor los fundamentos del juego”. La temporada de Marc y Pau son un claro ejemplo.

 

Por Víctor Escandón Prada
Periodista deportivo y entrenador superior de baloncesto
Analista Liga Endesa para JGBasket

 

Foto: ACB Photo / M. Pozo

 

 

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