Las piernas son un elemento fundamental en el baloncesto. Los jugadores no suelen ser consciente de ello, sobre todo los más pequeños, ya que ven como para botar y tirar a canasta lo que se utilizan son los brazos y no las piernas, pero si no se hace hincapié en ello y no se trabaja su aportación al juego desde el principio cada vez será más complicado ir introduciéndola.

Cuando empiezan a jugar al baloncesto hay que hacerles ver que para poder llegar sus tiros a canasta no sólo influye que no tengan fuerza suficiente en los brazos para lanzar el balón y que se les quede corto, también es básico que vean que el movimiento empieza en las piernas y tienen que flexionar para ganar fuerza. También que al baloncesto se juega flexionado, hay jugadores que se desplazan por el campo botando como si fueran clicks de playmobil, con las piernas totalmente rígidas.

Os vamos a proponer una serie de ejercicios que pueden hacer desde benjamines para trabajar la potencia en las piernas y que, en función de la categoría, podemos trabajar metiéndoles algo de peso.

Empecemos por las sentadillas, lógicamente no vamos a meter peso a niños pequeños, pero sí que pueden ir asimilando el movimiento y trabajando el tren inferior. Para evitar que realicen malos gestos, podemos ponerlos con la espalda pegada a la pared y entre las manos, para que mantengan una buena posición, el balón de baloncesto agarrado a la altura del pecho. Les indicamos que los pies los separen de la pared y que vayan flexionando las piernas hasta realizar un ángulo de 90º. Es importante para cualquier edad, que hagan bien el movimiento, ya tengan peso o no, para evitar lesiones. Además, hay que recalcarles que en la flexión, la rodilla nunca puede superar, si trazamos una línea imaginaria vertical, la puntera del pie. Este trabajo es bueno para conseguir que los jugadores puedan adquirir un hábito tanto para desplazarse botando flexionados como para realizar un trabajo defensivo adecuado.

Otro ejercicio muy sencillo y que sirve para ganar potencia en las piernas, es realizar multisaltos llevando las rodillas al pecho. Para ganar coordinación en el movimiento de los más pequeños podemos volver a utilizar el balón como referencia, agarrándolo a la altura del pecho y yendo con las rodillas flexionadas a tocarlo. Este gesto servirá a los jugadores para poder saltar para ir al rebote o en las entradas a canasta, finalizar lo más arriba posible.

Para trabajar como en el caso anterior la potencia de piernas, se puede utilizar un escalón –dependiendo de la edad de los jugadores, la altura del escalón puede ir variando para aumentar la dificultad del ejercicio– y, con un pie apoyado en el escalón y otro en el suelo, alternar con un salto, ambos pies.

Todos estos ejercicios se pueden realizar desde cualquier edad, ya que, además de trabajar la potencia de piernas, estamos trabajando también la coordinación. Lo que podemos ir aumentando es el peso con el que se realiza cada ejercicio, para mí, nunca antes de cadetes, cambiando el balón de baloncesto por un balón medicinal. En el caso de dudar si introducir o no más peso, hay que regirse por la edad de los jugadores y, sobre todo, por la coherencia.

 

Por Víctor Escandón Prada
Entrenador superior de baloncesto. Periodista
Gabinete técnico JGBasket

 

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