Confesaba Alba Torrens, uno de los estandartes de la selección española de baloncesto, pocos días antes de arrancar el Mundial femenino en Tenerife que la “la canasta más importante de mi carrera no la metí yo, si no Anna Cruz”. Esa forma de entender el baloncesto como un deporte de equipo, con unos valores como el compañerismo y el compromiso que están fuera de toda duda.

Ese compromiso y compañerismo fue el que llevó a la selección española masculina de baloncesto a lograr su mayor gesta, ser Campeones del Mundo sin poder contar en la final con su gran referente y MVP de ese campeonato, Pau Gasol. El pívot de Sant Boi arranca su libro Bajo el aro, narrando su fatídica lesión en las semifinales ante Argentina. Al igual que Torrens se puede decir que para Gasol ese, probablemente, haya sido uno de sus mejores partidos de su gran carrera sin haber saltado a la cancha, porque esa familia en la que se había convertido el equipo, lo tenía claro al saltar con unas camisetas en las que se remarcaba que: “Pau también juega”.

Pero para alcanzar el éxito, detrás hay mucho trabajo, esfuerzo, una pizca de suerte y saber remontar en los momentos difíciles, porque, como decía Simón Bolívar, “el arte de vencer se aprende de las derrotas”. Y así lo ratifica, Gasol que reconoce que los éxitos de la selección española y suyos propios vienen avalados por momentos difíciles como la final perdida del Eurobasket 2003 o aquella eliminatoria de los Juegos Olímpicos de Atenas ante Estados Unidos.

Lógicamente en la anterior ecuación no podemos olvidarnos del talento, ya que es una parte muy importante para alcanzar grandes metas, porque como reconoce Pau, “es tan poderoso como potencialmente peligroso, porque el talento, a veces, puede ser el camino más directo hacia el fracaso”. Por eso, aunque sea una parte muy importante para que un jugador alcance sus objetivos, no será posible si no hay nada más detrás.

En este libro, el mayor de los Gasol repasa su trayectoria, pero desde una perspectiva íntima y personal, en el que cuenta tantos sus momentos buenos como los malos, pero reconociendo que de todos ellos ha aprendido y le han servido para convertirse en la estrella mundial que es, a base de reinventarse, acallar las críticas y no conformarse nunca ni dejar que el éxito se le suba a la cabeza.

Por tanto, una lectura obligada, no solo para los amantes del baloncesto, sino también para cualquier persona que busca superarse y alcanzar sus objetivos en la vida y que encontrará en “Bajo el aro” una serie de consejos para poder convertirse en un líder, pudiendo aplicar ese liderazgo tanto al ámbito deportivo como al empresarial, así como en su día a día. Gasol se ha sincerado, demostrando que ha llegado a donde ha llegado con humildad, sacrificio, compromiso y trabajo.

 

Por Víctor Escandón Prada
Periodista deportivo y entrenador superior de baloncesto
Gabinete técnico JGBasket

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