Las campañas electorales son épocas de promesas y locuras, hasta cierto límite, impensables. A nadie en su sano juicio se le ocurrirán algunas ideas si no fuese por el síndrome pre-electoral. Es la única manera de poder explicar que se haya instalado una pista de pádel en el anfiteatro romano de Mérida –monumento Patrimonio de la Humanidad– y se pretenda cobrar por entrar en la playa de las Catedrales (Ribadeo) para limitar el número de visitantes a menos de 5.000 diarios. Eso sí, aunque parezca sorprendente, el aeropuerto de Castellón tendrá aviones en sus pistas. Algo insólito.

Menos insólito es que el Madrid siga sumando triunfos. Los de Laso entran en el momento decisivo de la temporada –líderes en la Euroliga y ACB–, recuperando la intensidad y el juego que les ha dado tantas alegrías, aunque la relajación en el último cuarto ante Sevilla (20-32) estuvo a punto de costarles un disgusto. Por su parte, el Unicaja se reencuentra con la victoria, tras perder todas las opciones en la Euroliga, en un choque muy intenso ante Valencia, que llegaba crecido a Málaga después de la exhibición ofrecida en Múnich.

La salvación está tan ajustada que ganar supone una bombona de oxígeno para afrontar esa carrera por llegar a la salvación. MoraBanc ha dado un pasito en su objetivo al ganar al Iberostar. Los equipos inmersos en la lucha por el descenso son conscientes de que el factor cancha va a ser decisivo en este tramo de la temporada y, por eso, derrotas como la sufrida por el Manresa en casa ante un rival directo como el Gipuzkoa resultan más dolorosas.

La pelea les ha salido cara a Todorovic –4 partidos– y Shengelia –5 partidos– en un momento crucial de la temporada, sobre todo, para el Laboral Kutxa, que está luchando por meterse en playoff y pierde a uno de sus pilares, aunque no lo echó mucho de menos ante el Joventut. En Santiago de Compostela, la hinchada local recibió el premio Gigantes a la mejor afición y los jugadores gallegos quisieron regalar a sus seguidores el mejor partido en la historia del club (104-52), con una segunda mitad para enmarcar (62-18) ante un Murcia que aspiraba a igualar su récord de triunfos en la ACB.

Y siguiendo con reconocimientos, Pedro Ferrándiz ha sido nombrado socio de honor del Real Madrid. Choca que ahora a sus 86 años reciba tal distinción, después de haber ganado 12 Ligas, 11 Copas y 4 Copas de Europa con el equipo madridista y un sinfín de premios individuales, entre los que destaca, la Gran Cruz de la Orden del Mérito Deportivo. El entrenador más laureado en la historia del club ha tenido que ver como otros, sólo por ser más famosos, han recibido antes que él este galardón (Rafa Nadal, Fernando Alonso, Plácido Domingo y Julio Iglesias, entre otros). Ferrándiz, capaz de hacer que su equipo anotase una canasta en propia para evitar la prórroga, es el único entrenador vivo –después de que el mes pasado falleciese Dean Smith– que pertenece simultáneamente al Salón de la Fama Mundial (Alcobendas) y al de Estados Unidos.

 

Por Víctor Escandón Prada
Periodista deportivo y entrenador superior de baloncesto
Analista Liga Endesa para JGBasket

Foto: ACB Photo / Tony Ruibal

 

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