Los malagueños logran su primera Eurocup tras una remontada histórica y, con todo en contra, después la expulsión de Omic por saltar a la pista desde el banquillo. Un parcial de 0-18, en el último cuarto, les permitió dar la vuelta al encuentro y, además de conquistar el título, conseguir un billete para la Euroliga del próximo año.

En un partido, con la tensión y los nervios propios de quien se está jugando un título, saltaron ambos equipos a la cancha. Los malagueños olvidándose del ambiente comenzaron mejor y más acertados y con un parcial de 2-10 metían el miedo en el cuerpo a los locales, que reaccionaron de la mano de un Dubljevic estelar –10 puntos en el primer cuarto– y de los triples de Sastre.

Era un duelo de rachas y el Valencia quería aprovechar la inercia del primer cuarto para romper el choque, consiguiendo su máxima ventaja mediado el segundo cuarto (29-20). Los de Plaza sabían que ese era el momento de aferrarse a la final y lo hicieron a base de defensa, capitaneados por Alberto Díaz, ya que en ataque seguían poco acertados. A pesar de todo habían conseguido llegar al descanso con vida (33-30).

Los taronjas, empujados por su afición, arrancaron mejor la segunda mitad y volvieron a poner renta de por medio (47-35), con la aparición en ataque de San Emeterio. El Unicaja continuaba haciendo la goma y no se quería ir del partido, pero los de Pedro Martínez, por fin, lograban conectar buenos minutos, tanto en ataque como en defensa, para mantener la renta de cara a los últimos diez minutos.

Los locales parecían encarrilar el triunfo, aunque si algo ha caracterizado a los malagueños, en esta edición de la Eurocup, es su capacidad para superar las eliminatorias con el factor cancha en contra. Pocos podían presagiar que, cuando Will Thomas anotó la primera canasta de los últimos diez minutos, que daba la máxima ventaja de todo el choque a su equipo, iba a ser la única que anotasen los valencianos en todo el cuarto. Los valencianos sufrieron un cortocircuito en ataque y vieron como el Unicaja les endosaba un parcial de 0-18 que silenció La Fonteta. Rafa Martínez tuvo el triple para lograr el empate, pero un tapón de Jeff Brooks sentenció el partido.

El MVP de la final fue para Alberto Díaz –máximo anotador de su equipo con 12 puntos–, adalid de la defensa malagueña y decisivo en ataque en momentos claves. La progresión del canterano este año ha sido meteórica y este galardón individual ejemplifica a la perfección los valores con los que el Unicaja se ha impuesto en la final.

 

Por Víctor Escandón Prada
Entrenador superior de baloncesto. Periodista
Gabinete técnico JGBasket

Foto: Eurocupbasketball.com

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