No han sido pocas las sorpresas que nos ha deparado la primera semana de la regular season en la NBA, un inicio que se vio alterado por culpa del huracán Sandy, que arrasó la ciudad de Nueva York, y que obligó al aplazamiento de uno de los choques más esperados del año, entre Knicks, y Brooklyn Nets. Son muchos nombres propios los que han brillado por encima del resto, especialmente el de James Harden, recién aterrizado en Houston, y cuyas actuaciones rozan el nivel para ser considerado MVP, muy pronto aún, pero ya ha conseguido poner en balance positivo a sus Rockets. Tim «the big fundamental» Duncan vuelve a demostrar por qué es considerado el mejor ala pívot de la historia de la NBA, su inicio brillante augura una gran temporada para los Spurs, que tienen en Tony Parker al ejecutor perfecto en finales apretados de los partidos. El último gran nombre propio es el de Damian Lillard, el rookie de los Blazers, cuyos números se equiparan al de mitos como Oscar Robertson, o Magic Johnson, palabras mayores para el joven base que lidera a otro equipo que, a priori, no debería estar en los puestos altos de la conferencia Oeste.

A nivel colectivo sólo hay un equipo en la NBA capaz de generar tanto debate a su alrededor, Los Angeles Lakers, cuya colección de estrellas sólo ha sido capaz de obtener una victoria ante los débiles Pistons en los cuatro partidos disputados. El mal juego, la inconsistencia de su ataque, y el pésimo nivel defensivo mostrado, ponen en el disparadero a Mike Brown, los rumores en torno a los posibles sustitutos no han dejado de sonar con fuerza, a pesar de los llamamientos de Bryant, o Gasol, ha mantener la calma. Boston, y Oklahoma son los otros dos equipos de renombre que han empezado algo más flojos de lo esperado, con sus balances aún en negativo, no tardarán en revertir la situación. Sorpresa positiva la de los Orlando Magic, equipo señalado por los especialistas como uno de los más débiles de la NBA, y que sin embargo, ha empezado con un 2-0, y un juego brillante, con un Glen Davis estelar. Para los Wizards, Sacramento Kings, y Pistons, el calvario no ha hecho más que comenzar, aunque ya han ido cogiendo sus primeros boletos para ser considerados el peor equipo de la liga. Más raro es ver a unos renovados Denver Nuggets con un 0-3 en su casillero, la adaptación de Iguodala no debería ser un problema para uno de los equipos con más capacidad de anotación, y agitación de la NBA.

La representación española no es que haya empezado de forma muy brillante, las actuaciones de Marc Gasol están en la línea de lo mostrado la temporada pasada, aunque aún algo lejos de su mejor versión. Por su parte, Pau Gasol, trata de poner toda la inteligencia que posee al servicio de sus Lakers, aunque siga disperso en la dinámica del juego ofensivo del equipo angelino, sus números no son del todo malos, y su capacidad de pase, convertirá la dupla Howard-Gasol en una de las más determinantes de la liga. Más problemas encuentra Calderón en sus Raptors, la presencia, y responsabilidades de Kyle Lowry le empuja a ocupar durante muchos minutos una posición de escolta que no le permite sacar a relucir todas sus cualidades, que el balón no pase por sus manos es algo que pagará Toronto a largo plazo. Serge Ibaka aún está lejos de los registros que se esperan de él, más tras su sonada, y cara, aunque merecida, renovación de contrato. Víctor Claver está empezando a descubrir cuál será su rol esta temporada en los Blazers, año duro a nivel mental el que le espera, tan sólo 4 minutos en los tres partidos que su equipo ha disputado, ¿Terminará en la D-League?, es pronto para saberlo, pero no es descartable.

 

Por Alex Senra del Cerro
Analista NBA para JGBasket

 

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