Una de las opciones cada vez más utilizadas para atacar las defensas en zona es el uso de los bloqueos. En este artículo, nos centraremos en las situaciones de bloqueo directo. Aquellas que pueden ser más utilizadas y que, en función de la defensa, tienen unas alternativas u otras.

El uso de los bloqueos directos no excluye que podamos comenzar nuestro ataque frente a la zona con una sobrecarga. Es más, lo aconsejable es que los bloqueos se realicen cuando la defensa ya ha sido movida y se encuentre un poco desajustada para acabar de desajustarla, ya que si se realizan de inicio, la defensa está bien colocada y resulta más complicado sacar ventajas.

Cuando realizamos una situación de sobrecarga con balón en el alero (3), un jugador en la esquina (2) y dos postes, uno al poste bajo (5) y otro, al poste medio (4), a la hora de invertir el balón al lado contrario (1), podemos volver a buscar una sobrecarga a través de varios cortes o realizar un bloqueo directo al defensor del balón. En este caso, sería 4 quien realizaría el bloqueo hacia el centro y, a partir de aquí, 1 atacará la canasta y leerá, en función de quién sea el jugador que le pare. Lógicamente si no le salta nadie, hay que insistir que sea agresivo y finalice. Si el jugador que salta es el otro defensor de arriba, se puede provocar una situación de 3c1, en la que, de inicio, 3 tendrá un tiro cómodo abierto. Si la defensa se anticipa a este lanzamiento, un pase a la esquina provocaría un lanzamiento sin oposición o, con un pase de más, podrían meter el balón al poste para una situación ventajosa.

En el caso de que el defensor que salta a parar a 1, sea el jugador central de la segunda línea. Las opciones se reducen, aunque sigue existiendo una superioridad, ya que el defensor lateral de abajo tiene que decidir entre tapar al pívot o salir al tiro de la esquina. En mi opinión, a no ser que el jugador de la esquina sea un gran tirador y aún así, orientaría al defensor a que se decantase por el poste, ya que suele llevar más peligro el jugador más cercano al aro.

Otra opción sería la de realizar un doble bloqueo arriba a los dos jugadores de la primera línea. Para ello, la distribución del ataque sería de 1-2-2, con los dos aleros en la esquina, que se moverán en función del lado por el que decida atacar 1. Los pívots también se moverán en función de la decisión del base. El bloqueador del lado por el que se decante, continuará hacia el centro, mientras que el del otro lado, continuará hacia fuera para dar una línea de pase segura y poder lanzar de tres. Mientras que el alero del lado por el que se decanta 1, se quedará en la esquina para un posible lanzamiento abierto.

Dependiendo de la categoría en que jueguen los equipos y del trabajo defensivo que se haya realizado, hay conjuntos que cuando se produce una situación de bloqueo directo contra su defensa en zona, automáticamente cambia a defensa individual para evitar posibles superioridades.

 

Por Víctor Escandón Prada
Entrenador superior de baloncesto. Periodista
Gabinete técnico JGBasket

 

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