El jugador con balón (1) puede pasarlo a cualquiera de las dos filas laterales. El jugador que reciba el balón –en este caso 2– atacará para parar y tirar, mientras 3 tiene que tratar de llegar a ponerse delante. Eso sí, una vez que llegue, le insistimos en que deje tirar al atacante.
Por otro lado, 1, después de pasar, tiene que ir a defender a 4, que cargará el rebote ofensivo. Hay que hacer hincapié en que los dos defensores tienen que cerrar el rebote y que los dos atacantes vayan a por él, recompensando a los atacantes con opción de seguir atacando si lo cogen.
Si es el defensor el que lo captura, podemos elegir entre dos opciones. En la primera, los dos defensores atacan y los dos atacantes defienden. Un 2×2 continuo, permitiéndonos trabajar el balance defensivo y la salida al contraataque. En la otra opción, que nos serviría para tener más concentrados a nuestros jugadores, el defensor que coge el rebote ataca para el otro aro y el otro defensor sería el encargado de ir a defenderle, produciéndose una situación de 1×1.
Una vez que se acabe el ejercicio rotan hacia su derecha. La fila desde la que sale el defensor (3) la haremos en la línea de fondo para liberar el espacio en el centro de la zona y las filas laterales esperarán fuera del campo. La única que mantenemos dentro del juego es la central, obligando así a los jugadores a que estén pendientes y miren lo que hay en su camino.
Por Víctor Escandón Prada
Periodista deportivo y entrenador superior de baloncesto
Gabinete comunicación JGBasket
Publicada el: 4 Dic de 2015
