Varios de los equipos de esta división son claros protagonistas de la NBA, y por motivos bien diferentes, desde los actuales campeones de la NBA, los Heat, pasando por el equipo que ha generado el traspaso del año, Orlando, y terminando por el peor equipo de la temporada pasada, los Bobcats de Michael Jordan. Los movimientos producidos este verano, y la llegada de nuevas estrellas procedentes del draft, hará que esta división atraiga la atención de los aficionados a la NBA.
ATLANTA HAWKS: 40-26.
En plena guerra por conseguir a Howard fueron uno de los equipos vetados por los Magic, y es que no iban a traspasar a este jugador a una franquicia de la misma división. En otro de los grandes movimientos del verano, se desprendieron de su gran referente anotador las últimas campañas, Joe Johnson, rumbo a Brooklyn. Muy pocas son las caras nuevas con las que va contar Larry Drew esta temporada, sólo Ismail Muhammed parece que contará con un rol en el equipo. La otra incorporación destacable es la llegada de Tolliver, que ayudará en la rotación de los jugadores grandes de Atlanta.
La recuperación de Al Horford ha sido un éxito, y el dúo que forma junto a Josh Smith es uno de los más físicos, y atléticos de toda la conferencia Este, ambos con aspiraciones de All Star. Sin embargo, un culebrón puede empezar a romper la dinámica de los Hawks, y es que Josh Smith parece que no está dispuesto a extender su contrato, ¿Será objeto de traspaso antes que finalice la temporada?, no es descartable, más teniendo en cuenta que hemos comprobado que este equipo ha llegado al límite de sus posibilidades en playoff estas últimas temporadas. No hay que olvidar la importancia que tiene Atlanta a nivel de seguidores, su historia, y el número de habitantes, siendo una de las ciudades más grandes de EEUU.
No debería sufrir en exceso para alcanzar la fase final, la solidez y regularidad en el juego es uno de los puntos a favor con los que cuentan los Hawks, que además deberán consolidar el buen nivel mostrado por Ivan Johnson la temporada pasada, y resucitar a Devin Harris, un proyecto de estrella, diluido las últimas cinco temporadas.
CHARLOTTE BOBCATS: 7-59.
El peor record de la historia de la NBA, ese es honor que ostenta esta franquicia, dirigida desde los despachos por toda una leyenda, Michael Jordan. Y no parece que esta temporada vaya a ser mucho mejor, con la opción de playoff a años luz de distancia, la juventud de este equipo se ha visto reforzada por el número 2 del draft, un jugador de apellido casi impronunciable, Michael Kidd-Gilchrist, su estilo de juego ya ha sido comparado con el de Scottie Pippen. La versatilidad de este jugador le permitirá abrir más alternativas al juego ofensivo de los Bobcats. Queda la incógnita de saber qué línea de juego mostrarán esta temporada con su nuevo entrenador, Mike Dunlap.
La extrema juventud de sus pilares ofensivos se ha complementado con las incorporaciones de gente más veterana como Haywood, Sessions, o Ben Gordon, un excelso anotador desde el perímetro. .. La evolución de Biyombo debe consolidarle como uno de los postes titulares del equipo, al igual que el menudo jugador Kemba Walker, un anotador compulsivo, pero bastante más irregular que lo mostró en su etapa universitaria. La solidez defensiva, y la regularidad son dos aspectos que deben mejorar imperiosamente respecto a la temporada pasada para conseguir el objetivo de no ser, de nuevo, el peor equipo de la NBA.
WASHINGTON WIZARDS: 20-46.
Son bastantes las expectativas creadas en torno a la figura del rookie Bradley Beal, número 3 del draft, su estilo de juego ha sido comparada con el de Ray Allen, máxima presión para un jugador que no está dudando esta pretemporada en asumir una gran cantidad de balones del juego ofensivo del equipo. Junto a esta incorporación, la reestructuración del equipo ha ido cogiendo forma, la llegada de gente como Martell Webster, potenciará el juego exterior, y se complementará con el trabajo sucio que realizará gente como Trevor Ariza, procedente junto a Okafor de los Hornets. Un Emeka Okafor que puede ver relanzada sus opciones de All Star, un jugador muy correcto, y eficaz en sus acciones, y consolidado plenamente en la NBA como uno de los center de referencia.
Randy Wittman será el encargado de dirigir este nuevo proyecto, contará con gran parte de la plantilla de la temporada pasada, entre ellos John Wall, estrella del equipo, aunque discutido por su falta de liderazgo en los momentos más importantes. Jan Vesely volverá a desplegar su talento físico por el exterior, el crecimiento en minutos en la parte final de la temporada fue bastante significativo.
La reconstrucción de este joven equipo parece que va por buen camino, la solidez, y unión que puedan mostrar a lo largo de este año marcará sus opciones, que sin duda pasan por mejorar sensiblemente su record respecto a la temporada pasada. Aunque el playoff parezca lejano, las distancias para alcanzarlos no deberían ser tan abismales como años atrás, si tras el parón del All Star siguen con opciones, será un rival bastante correoso, y que dará todo por alcanzar ese objetivo.
MIAMI HEAT: 46-20.
Actuales campeones de la NBA, el objetivo por el que se unieron las fuerzas de tres de los mejores jugadores se vio cumplido tras derrotar a Oklahoma en las finales. Sin embargo, el núcleo de jugadores conformado por Lebron, Wade, o Bosh, está formado por una pasta diferente al resto, y la ambición por alcanzar la gloria mueve sus carreras. El objetivo será el de revalidar el título, y nadie duda que son uno de los dos o tres equipos favoritos para conseguirlo. Cada año tras la unión del Big Three, el equipo ha ido incorporando piezas que potenciaban el equipo. Ya el año pasado corrigieron uno de los defectos que les hicieron fracasar en su primera alternativa para el anillo, la profundidad de banquillo.
Para este nuevo reto además de contar con una plantilla que permita rotar se han propuesto aumentar la calidad en el lanzamiento exterior, uno de los puntos donde más flojeaban la temporada pasada, salvo las exhibiciones de Battier en las finales. Y qué mejor forma de hacerlo que contratando al mejor triplista de la historia de la NBA, Ray Allen. La amenaza que supone la mano letal de este tirador, unido a la capacidad de generar ventajas a partir de 1×1 de Lebron, y Wade puede resultar determinante para el equipo de Spoelstra.
Otro problema que tuvo Miami fue en el juego interior, carente de una figura de referencia, es comprensible que no haya dinero para un gran poste cuando tienes un límite salarial que cumplir, el papel de Haslem fue correcto, sin embargo este verano Chris Bosh ha ganado masa muscular para afrontar un rol diferente en su carrera, el fino estilista que era se ha transformado en un jugador que frecuentará con más asiduidad la zona.
El equilibrio entre todas estas variables será básico, al igual que la temporada pasada, para repetir éxito. El reparto de roles, y la gestión de egos deberá estar bien controlada. Cada año figuras como la de Mario Chalmers ascienden en importancia, y las aspiraciones personales de estos jugadores jóvenes deben conjugarse a la perfección con el estatus de las grandes figuras, e iconos de la NBA que tiene Miami en sus filas.
ORLANDO MAGIC: 37-29.
Pocos apuestan por que alcancen los playoff esta temporada, son demasiados cambios de golpe como para encontrar unos resultados positivos a tan corto plazo. Hay que recordar que han perdido a una de las piezas más importantes de la liga, quizás el pívot más dominante, Dwight Howard. Una salida como la de este jugador supone un seísmo de grandes dimensiones. Recordamos también la abrupta salida de Stan Van Gundy del banquillo a mitad de temporada. Otra salida sangrante fue la de Ryan Anderson, jugador con mayor progresión de la liga. Demasiados factores que apuntaban a un cambio de ciclo inminente.
Jacques Vaughn será el responsable de gestionar esta transición entre ciclos, con experiencia en la liga como asistente será su primer gran reto como entrenador jefe. Las decisiones tomadas en el draft de la NBA fueron consideradas como decepcionantes en todos los aspectos, la desilusión generada en la ciudad fue en aumento al comprobar que tras la salida de Howard, los recambios de calidad no llegaban. Con un gran margen salarial para futuros años este año de transición debe estar cimentado sobre las figuras de Al Harrington, y Arron Affalo. Complementados por jugadores clásicos de la franquicia como Jameer Nelson, o JJ Redick.
El toque latino lo aportará un Gustavo Ayón deseoso de adquirir un mayor protagonismo en la NBA, su carácter, y capacidad de lucha le aportará una serie de minutos muy importantes. Veremos qué principios aportará Vaughn, pero procediendo de San Antonio, de la mano de Popovich no es descartable que la línea de juego se asemeje a la de los Spurs.
Por Alex Senra de Cerro
Analista NBA para JGBasket